LAS PALABRAS QUE ARAÑAN NUNCA MUEREN

Libre te quiero

como arroyo que brinca

de peña en peña,

pero no mía.

Grande te quiero

como monte preñ

ado

de primavera,

pero no mía.

Buena te quiero

como pan que no sabe

su masa buena,

pero no mía.

Alta te quiero

como chopo que al cielo

se despereza,

se despereza,

pero no mía.

Blanca te quiero

como flor de azahares

sobre la tierra,

pero no mía.

Pero no mía

ni de Dios ni de nadie

ni tuya siquiera.

Agustín García Calvo

YA LLEGAN LAS LLUVIAS

UNA PATRIA ES un idioma

que se habla con cariño

y un idioma es un trozo de pan

que comes de niño

Una tierra es una infancia

que no sabe de Historia

Una patria no se impone por las armas

ni por leyes ni por votos

Por eso no sé a qué viene

tanto estúpido alboroto

de tanto nacionalista y tanto patriota tonto.

¡Cada uno esté en su casa

y esté dios en la de todos!

¿Qué más nos da

si se van o se quieren quedar?

Cada cual que hable como prefiera

y dibuje en el trapo que quiera

los colorines de su bandera.

Y maldito el que siembre los miedos

entre vascos, entre catalanes

entre españoles y entre extranjeros.

Ay, créeme,

que no he visto yo más patria verdadera

que la de dos vecinos que se quieran,

que mientras se viva en paz

¿quién necesita pintar tantas fronteras?